“El vino es la prueba constante de que Dios nos ama y quiere vernos felices” – Benjamín Franklin.

A través de la historia humana, el vino ha sido fuente de inspiración para famosos quienes han elogiado las virtudes de una buena copa sobre el cuerpo, mente y alma.  ¿Qué es lo que hace que el vino cree tanto fanatismo y  eleve su apreciación casi a un nivel de adoración?

El que quiera entender al vino a fondo y de manera profesional tiene que dedicarse a estudiar de por vida y tener la bendición de contar con sentidos exaltados casi como los de un superhéroe.  La Master Sommelier Andrea Robinson, una de las pocas mujeres a nivel mundial con dicho título, ha dedicado su labor profesional a entender el vino con todos sus sentidos, y en dicho proceso, ella beneficia a los clientes de Delta con su conocimiento al seleccionar los vinos servidos en Delta One™.

El seleccionar un vino en tierra puede ser una experiencia difícil para el que no conoce mucho de vinos ya que hay tantos factores a considerarse que van desde la uva, el viñedo, el año y el costo.  En tierra firme los sentidos presentan menor reto a la hora de catar un vino.  Sin embargo, el nivel de dificultad se incrementa grandemente cuando reducimos por 30 por ciento el sentido del olfato y del gusto, y eso es justamente lo que pasa cuando uno está a 35.000 pies de altura.  La cabina del avión es seca reduciendo   el olfato y el gusto considerablemente, y por tanto, reduciendo la habilidad de catar la sutiliza y complejidad que un buen vino ofrece en tierra firme.

“Sus sentidos se embotan con la altitud, haciendo mucho más difícil el apreciar aromas complejos y las notas de sabor que un vino ofrece al paladar”, dice Robinson.  “Además, la reducción en la presión atmosférica—versus el catar en tierra firme— significa que esas moléculas de sabor están pasando demasiado rápido por sus receptores sensoriales, o sea que se va a perder mucho de ese sabor”.

Ahí es precisamente donde está el arte de ser un sommelier.  Robinson debe seleccionar vinos con suficiente expresión y presencia en el paladar como para superar esas condiciones a la vez que mantiene en mente un balance de sabores.  El secreto está, como dice Robinson, en encontrar mezclas y variedades de vino que sepan bien entre las nubes.

“El Pinot Noir, sorprendentemente tiene mucho éxito; debido a su sutileza, uno consideraría que es lo contrario.  El Rioja Gran Reserva es otro éxito a bordo.  El Torrontés de Argentina y el Sauvignon Blanc son vinos blancos que también se adaptan bien a la altura.  Hay que tener mucho cuidado con los vinos que son vinos de barrica de roble nuevo y con mucho tanino”, añadió la Master Sommelier.

El proceso de selección de vinos se lleva a cabo a través del año e incluye catas en tierra firme y en el aire.  El mismo culmina en el cuartel general de Delta en Atlanta, Georgia, donde dura una semana se evalúan cuidadosamente más de 1.600 vinos y solo los que obtienen el sello de aprobación de Robinson son servidos a bordo.  La Master Sommelier toma en no solo el perfil del vino, sino la logística de tener una amplia producción para poder dar abasto al consumo de las miles de botellas de vino que se sirven para el disfrute de los clientes que viajan a bordo de Delta One. 

“Queremos traer un sentido de descubrimiento a la experiencia que nuestros clientes tienen cuando vuelan con Delta”, dijo Robinson.

Y por supuesto, luego de la selección de los vinos nos quedamos con un pequeño asunto por atender, qué hacer con todas esas deliciosas botellas de vino que han sido sometidas para evaluación, ya que nos hacen llegar más de una botella de cada clase de vino.

Delta resolvió ese problema con creatividad y deseando poner las necesidades de los empleados de Delta en primer plano.  Los empleados de Delta están invitados cada año a participar en una subasta para beneficio del Delta Care Fund el cual el año pasado recibió más de $20.000 generados por la subasta.  El Delta Care Fund provee asistencia a empleados elegibles de Delta, retirados y a sobrevivientes que se hayan visto afectados financieramente debido a una crisis imprevista e inevitable, incluyendo perdidas a causa de un desastre o catástrofe.

La próxima vez que este disfrutando de la comodidad de Delta One, listo para cerrar sus ojos, inhalar el aroma y probar un sorbo de una copa de vino…piense en Andrea y en su dedicación a seleccionar un vino para alagar su paladar.  Y de paso recuerde las palabras de Galileo Galilei, “El vino es la luz del sol unida por agua”.  ¡No se prive, pruébelos todos!

Sabía Usted que…

En el 2014 se sirvieron 2.8 millones de botellas de vino a bordo procedentes de bodegas en 15 países en  5 continentes.

La selección de vinos de Delta One cambia cada tres meses e incluye una variedad de vinos tintos, blancos, espumantes y para servir con la selección de postres.

 

 

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