Delta Air Lines presentó ayer testimonio por su CEO Richard Anderson ante el Comité de Transporte de la Cámara de Representantes sobre el H.R. 4411, el acta de Innovación de Aviación, Reforma y Reautorización (AIRR por sus siglas en inglés) la cual propone el externalizar a una entidad privada, controlada por intereses privados, la función de tráfico aéreo de la nación.
“El primer inconveniente de la privatización es que va a romper el impulso actual para la aplicación de NextGen", declaró Anderson.” “Tanto para la FAA como para las partes interesadas, la privatización le restaría años de atención y de recursos para realizar actualizaciones a tecnología para redirigirlos a organigramas, leyes corporativas y a transiciones complejas".
El testimonio listó además más de una docena de razones específicas sobre la oposición a la privatización del control de tráfico aéreo de los EE. UU. o sobre cualquier otro intento de remover el control del tráfico aéreo de manos de la Administración Federal de Aviación. Entre lo presentado está el comprometer la jurisdicción de seguridad de la FAA, el aumento en costos, el crear una entidad privada que pueda fallar debido a ser demasiado grande y el cambiar a un modelo que no ha sido probado en un espacio aéreo que se aproxime al tamaño o complejidad del de los Estados Unidos.
“El tomar una decisión para el espacio aéreo de los EE. UU. basándose en lo que funciona para Canadá tiene tanto sentido como el que Nueva York (con una población de 8,490,000 personas) use a Winnipeg (con población de 660.000 personas) como modelo para sus servicios municipales”, dijo Anderson.
Antes de proveer recomendaciones sobre cómo la FAA debe continuar con sus reformas, Anderson declaró, “Sencillamente no hay una razón convincente para cambiar un sistema tan crítico que funciona tan bien. De hecho, este proyecto de ley da la impresión de ser un experimento. El sistema de control de tráfico aéreo de nuestra nación es demasiado importante para la seguridad pública, para el desarrollo económico y para la seguridad nacional, y, está funcionando demasiado bien para que experimentar con ello sea lo prudente”.
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