Delta continúa haciendo la diferencia en las comunidades en todo el mundo. La semana pasada Delta centró su atención en Perú, donde los equipos de Ventas, Servicio en Vuelo y Atención al Cliente en Aeropuerto organizaron un vuelo simulado para un grupo de jóvenes con capacidades diferentes que asisten al Centro Ann Sullivan del Perú (CASP). La actividad, que se llevó a cabo por cuarto año consecutivo, incluyó a 334 alumnos con autismo, síndrome de Down, parálisis cerebral o trastornos del desarrollo.
El vuelo simulado fue desarrollado en conjunto con los profesionales del CASP con el objetivo de permitir a los jóvenes vivir la experiencia de volar en un avión, desde el proceso de check-in, el abordaje a la cabina simulada, el video de seguridad y finalmente el aterrizaje simulado en Los Ángeles. A través de esta experiencia, los niños no sólo aprenden sobre el vuelo, sino que al mismo tiempo pueden mejorar sus capacidades de desarrollo y relacionamiento.
“El viaje simulado es una experiencia innovadora para nuestros alumnos que les permite conocer y vivir toda la secuencia que implica viajar en un avión y estar preparados para afrontar dicha experiencia. En estos cuatro años hemos visto la diferencia que han marcado en la vida de nuestros estudiantes cuando han tenido que tomar un vuelo real. Delta es una empresa que sabe cuál es la misión de CASP, formar personas independientes, productivas y felices”, explicó Liliana Mayo, directora del CASP.
“Nos sentimos muy complacidos de poder apoyar al Centro Ann Sullivan del Perú a través de esta actividad del vuelo simulado. Es la cuarta vez consecutiva que lo llevamos a cabo y los resultados han sido muy sorprendentes. Es muy importante para nosotros en Delta poder ayudar a las comunidades a las que servimos”, dijo Delia Ortega, gerente de Ventas de Delta en Perú.