Grapic by Courtney Williams
El histórico reparto de utilidades de Delta por $1.5 mil millones de dólares el viernes, el más grande en la historia de los programas corporativos de reparto de utilidades, tendrá un impacto aún más grande que el que los números sugieren en las comunidades locales, algo que los economistas llaman “El efecto multiplicador”.
Por ejemplo, en la zona metropolitana de Atlanta en donde Delta le pagará a sus 32.000 empleados $540 millones de dólares, el impacto económico será más del doble: un estimado de $1.3 billones de acuerdo con el economista de UGA Jeff Humphreys.
El pago promedio por empleado en Estados Unidos es aproximadamente $14,500, o alrededor del 21 por ciento de los ingresos elegibles para los empleados.
“En el citado ‘efecto multiplicador’, el aumento de los ingresos obtenidos por la venta de bienes y servicios comprados con dinero del Delta, el reparto de utilidades es, a su vez, en parte en productos locales", dijo Jeff Rosensweig, profesor de la Goizueta Business School de Emory University y director del programa de perspectiva Global. "Entonces, la gente que vende esos productos comenzará una tercera ronda de gasto y así sucesivamente".
Rosensweig, quien se especializa en economía mundial, pasó a explicar que la participación de los beneficios garantiza que una parte considerable de beneficios se inyecta directamente en las comunidades donde los empleados de Delta viven y trabajan.
“La participación de beneficios por parte de las corporaciones es una de las mejores maneras de ayudar a una economía”, dijo Rosensweig. “Aunque algunos de estos incrementos en los ingresos guardados o invertidos fuera en la economía local, gran parte de ellos contribuirán en el incremento de las compras de bienes y servicios localmente”.
Otros mercados que vieron un alto pago incluyen New York City con $143 millones y Detroit con $130 millones.
La distribución de utilidades de Delta beneficia a los gobiernos locales también, con un porcentaje de gastos que retornará al gobierno en forma de impuestos- un beneficio que no ocurriría si la compañía optara por solo invertir su dinero en un nuevo avión o en los accionistas, como lo han hecho algunas de las aerolíneas de la competencia. Como nota, American Airlines no tiene un programa de utilidades.
El histórico reparto de utilidades es el resultado del record que la aerolínea rompió en su desempeño durante el 2015, con un ajuste anual de beneficios antes de impuestos de $5.9 billones.